jueves, 12 de febrero de 2009
de Èpicas Marinas
De Épicas Marinas
Contrapunto, Ismena es Ismena, Antígona es Antígona
Ismena atesoró el silencio
entre palabras, guardaba
los anaqueles
- escondía el diccionario.
Ella, la hermana, había hurgado
las madejas, las hojas, la letra.
El mañana, entre el cirio
se leía / sobre las páginas,
del afán…
Se iba leyendo, entre anaqueles
- custodiado…
Mientras,
la palabra, fluía hirviente,
se escapaba, presurosa lumbre,
casi cirio consagrado/
paloma dislocada…
Ismena se atrevió, guardó
al silencio -con Antígona-
en la cueva,
- sigilosamente profanada
del desierto…
Bosquejo
Las niñas jugaban / en los cabellos de la
Palmera
Palabra florecida, sobre la arena
del mar
giraban en las curvas del molino
- inocentes
al borde del abismo…
II
El lenguaje del antiguo rayo conoció /
del amor la lengua
Antes del trueno / hubo silencio
luego del amor de la palabra
- callamos.
Estampa, del deseo
Sentada sobre el jazmín
los rizos pélvicos destilan
las páginas de ese
libro que por años he
guardado, como las letras
curvilíneas sobre la apergaminada
Historia, dulzor, incienso de comunión,
agua bendita, agua colonia fresca
olor a sacristía.
La fragancia me mira desde los ojos
de la virgen, colgada, cayendo
despide del manto celeste,
por debajo, sutil, escribe,
el contacto de la carne desnuda
sobre el mármol
y el jazmín
Géneros
Revestido está tu cuerpo por el texto
por el texto discurren las lanas,
las hebras rompen aguja, hilo
-fragmentos-
Laletranoentra. No penetra.
La hebra –a veces- logra alcanzar
los trazos de tu texto.
Entonces, cuando no penetra, cambio, digo no me penetrás.
- Yo te integro, no me poseés, yo unifico los fragmentos
y teorizo mi sentimiento y critico
mi emoción: varón, vos no me penetrás,
yo Mujer, integro
adentro
y subvierto, siglos de tradición
y poseimientos
Marina
Desatarte, desamarrate
las trenzas bajas
- almejarte a mí
como un crustáceo hambriento /
cortarte
una a una
las ligaduras del pubis,
delicadamente
Saciarme, bebiéndote el tronco /
húmedo
de corales y restos /
de sangre
y entonces, morirme
- en tu cadáver
hecha necrófila y hembra
Marina II
Poseyendo uno a uno los racimos de tu abdomen /
descuelgo mi lengua
-barca embravecida
o casi ola rompiéndose,
sola, en el inmenso
cuerpo / de la humedad
- oliendo, olerte o leerte:
“Hacerte mía, en fin, con las
narinas abiertas/
piernas / vaginas
que tragan todo…(.)”
Entre los sexos,
del aroma de las casas que me vieron sudar
- tragarte
Contrapunto, Ismena es Ismena, Antígona es Antígona
Ismena atesoró el silencio
entre palabras, guardaba
los anaqueles
- escondía el diccionario.
Ella, la hermana, había hurgado
las madejas, las hojas, la letra.
El mañana, entre el cirio
se leía / sobre las páginas,
del afán…
Se iba leyendo, entre anaqueles
- custodiado…
Mientras,
la palabra, fluía hirviente,
se escapaba, presurosa lumbre,
casi cirio consagrado/
paloma dislocada…
Ismena se atrevió, guardó
al silencio -con Antígona-
en la cueva,
- sigilosamente profanada
del desierto…
Bosquejo
Las niñas jugaban / en los cabellos de la
Palmera
Palabra florecida, sobre la arena
del mar
giraban en las curvas del molino
- inocentes
al borde del abismo…
II
El lenguaje del antiguo rayo conoció /
del amor la lengua
Antes del trueno / hubo silencio
luego del amor de la palabra
- callamos.
Estampa, del deseo
Sentada sobre el jazmín
los rizos pélvicos destilan
las páginas de ese
libro que por años he
guardado, como las letras
curvilíneas sobre la apergaminada
Historia, dulzor, incienso de comunión,
agua bendita, agua colonia fresca
olor a sacristía.
La fragancia me mira desde los ojos
de la virgen, colgada, cayendo
despide del manto celeste,
por debajo, sutil, escribe,
el contacto de la carne desnuda
sobre el mármol
y el jazmín
Géneros
Revestido está tu cuerpo por el texto
por el texto discurren las lanas,
las hebras rompen aguja, hilo
-fragmentos-
Laletranoentra. No penetra.
La hebra –a veces- logra alcanzar
los trazos de tu texto.
Entonces, cuando no penetra, cambio, digo no me penetrás.
- Yo te integro, no me poseés, yo unifico los fragmentos
y teorizo mi sentimiento y critico
mi emoción: varón, vos no me penetrás,
yo Mujer, integro
adentro
y subvierto, siglos de tradición
y poseimientos
Marina
Desatarte, desamarrate
las trenzas bajas
- almejarte a mí
como un crustáceo hambriento /
cortarte
una a una
las ligaduras del pubis,
delicadamente
Saciarme, bebiéndote el tronco /
húmedo
de corales y restos /
de sangre
y entonces, morirme
- en tu cadáver
hecha necrófila y hembra
Marina II
Poseyendo uno a uno los racimos de tu abdomen /
descuelgo mi lengua
-barca embravecida
o casi ola rompiéndose,
sola, en el inmenso
cuerpo / de la humedad
- oliendo, olerte o leerte:
“Hacerte mía, en fin, con las
narinas abiertas/
piernas / vaginas
que tragan todo…(.)”
Entre los sexos,
del aroma de las casas que me vieron sudar
- tragarte
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